La
coordinación entre la auditoría interna y externa es provechosa ya que por este
medio se obtiene una mayor eficacia tanto en el trabajo del auditor interno
como del externo.
Esta
coordinación debe de ser cuidadosa para obtener la máxima ventaja en ambos
aspectos y sin que los resultados afecten al carácter independiente que debe de
marcar al auditor externo, para ello es importante tener en cuenta los
siguientes aspectos:
- El
auditor externo debe de asegurarse por medio de las pruebas de observación
que considere necesarias, de la eficacia del trabajo del auditor interno.
- El
auditor externo no debe comprometerse haciendo saber por adelantado qué
cuentas actividades o informaciones va a revisar ni hasta que punto lo va
a hacer.
- Tanto el auditor interno
como el externo deben de conservar su propia identidad, es decir no deben
hacer el uno el trabajo que corresponda al otro.
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